martes, 19 de mayo de 2015

Ariel V


Nirvana III y el ritual

Que mentiras más guarda Dios, ¿Adán vivo? la descendiente de Lilith en la tierra, espero que Lázaro consiga respuestas en el cielo, mi máxima preocupación es mantener la seguridad de Nirvana a toda costa, ahora Luzbel... el infierno está movilizando a todos sus comandantes.

Me detengo en mi sitio de hamburguesas favorito para comprarle algo de comer a Nirvana. La herida en mi hombro me está matando de dolor, necesito mi ungüento, es la ponzoña que recorre la saliva de los desterrados.

Llego a mi apartamento con la mente un poco nublada, me siento débil, mareado, abro la puerta y Nirvana me recibe con un palazo en la cabeza.

Perdón Ariel, perdón, pensé que eras uno de esos deformes que venían a  por mi, me pide disculpas y me abraza.

Abatido me echo en el sofá y le pido a Nirvana que vaya al cajón y encuentre las cenizas que usé ésta mañana.

En mi hombro por favor, le digo atenuado.

¿En éste? me pregunta nerviosa.

No, en el otro, en el derecho, le digo.

Es una herida muy asquerosa, me dice y me aplica el bálsamo.

Se siente tan bien, me sacudo y me pongo en pie.

Te he traído algo de comer, le digo y le doy la bolsa.

Gracias, ¿las dos son para mi? me pregunta.

Si quieres puedes comerte las dos, le digo.

Ven, siéntate a mi lado y compartamos la comida, me dice.

A grandes bocados y sin saborear engulle la hamburguesa. Me siento incómodo, nunca me había sentado a comer algo con alguien.

¿No tienes hambre? me pregunta con la boca llena.

Termina rápido de comer que tenemos que hablar, le digo, me levanto y dejo la hamburguesa en el sofá.

Pongo algo de música, "Wanted dead or alive" de Bon jovi.

Gracias por la hamburguesa, estaba hambrienta, me dice satisfecha.

¿Sabes quienes fueron las dos primeras creaciones de Dios? le pregunto.

Adán y Eva, me contesta con seguridad.

Vas a tener que olvidarte de todo lo que has aprendido sobre Dios, casi todo son patrañas, la primera creación fue Adán, Dios creo Adán con la intención de tener una mano derecha en la tierra, pero Adán se sentía solo...

Por eso creo a Eva, me interrumpe y añade, de su costilla.

Déjame hablar por favor, Dios creo a Lilith, ella fue la primera mujer de Adán, todo era felicidad en la tierra, Adán y Lilith se complementaban muy bien, Dios creo a los animales, luego fue creando más hombres pero sin el poder de Adán, simples mortales para que Adán los gobernase, pero Dios no es un ser perfecto, le digo.

Asiente con la cabeza.

Así que Dios decidió bajar a la tierra y seducir a Lilith, Adán se enteró y encolerizado empezó a juzgar a Dios y desterró a Lilith, Dios se sentía culpable y creó a Eva pensando así que podía redimirse con Adán. Adán nunca lo perdonó, empezó asesinar hombres en la tierra, engendró varios niños con Eva y luego la asesinó, Dios sabía que tenía que ponerle fin a Adán, pero no fue así, le digo.

¿Y por qué me cuentas todo esto? me pregunta confundida.

Ahora lo entenderás todo, le digo y añado, todos en el cielo pensábamos que Adán estaba muerto, que el infierno era gobernado por la mano derecha de Adán, Luzbel, pero Dios no asesinó a Adán, no sé porque, sólo sé que tú eres la descendiente más pura de Lilith, el infierno te busca porque eres la única vía para que Adán regresé a la tierra, le digo.

¿Pero Dios no es el más poderoso? ¿No puede bajar y darle 100 patadas en el culo a Adán? me pregunta frenética.

Dios ahora no tiene forma corpórea, está sumergido en el sueño milenario para recuperar sus fuerzas, le digo.

Su rostro de estupor, su rostro pálido, la mirada pérdida.

Pero no te preocupes Nirvana, no voy a dejar que nadie te toque un sólo pelo, te lo prometo, te voy a proteger con mi vida, le digo.

P...pe...per...pero, si sólo soy una chica que no tiene ni puta idea de lo que quiere hacer en la vida, ahora me persigue el infierno, me dice aterrada.

Sé que esto a los humanos les puede sonar raro, pero necesito beber un poco de tu sangre, le digo a quemarropa.

!¿Cómo?! me pregunta exaltada.

La sangre es el conductor de nuestro alma, cada guardián bebe la sangre de su vigía y cada vigía la de su guardián, conecta sus almas para siempre, así que cada uno puede saber si el otro está en peligro, le digo.

¿Tengo que beberme tu sangre? me pregunta asqueada.

No te hace falta sentir lo que yo siento, le digo.

Eso no es justo entonces, tu quieres sentir lo que yo siento, lo justo sería que yo también pueda sentir lo que tu sientes ¿no? me pregunta.

Es una unión eterna Nirvana, le advierto.

Lo he entendido no hace falta que lo repitas, me dice con decisión.

Me acerco al lavabo y cojo un vaso.

No vas a sentir nada, ésta hoja está echa para los desterrados, no vas a sentir el corte, le digo y le doy un ligero corte en dedo.

Sí, me dice, siento como confía en mi.

Me corto el dedo y las gotas de nuestra sangre caen en el vaso mezclándose. Le doy un pequeño sorbo.

No tengas asco, dale un pequeño sorbo, le digo.

Con timidez bebe un poco de nuestra sangre.

Ahora estamos unidos eternamente, le digo.

Me levanto para dejar el vaso en el lavabo y siento como una punzada dolorosa y profunda se clava en mi estómago y tiro el vaso al suelo.

Ariel, Ariel, me dice y se levanta preocupada Nirvana.

Lázaro, qué te están haciendo amigo, digo con lágrimas en los ojos.

¿Qué pasa Ariel? me pregunta preocupada Nirvana intentando incorporarme.

Siento el dolor de Lázaro y como nuestra conexión se pierde, Lázaro ha muerto.

Tenemos que irnos, éste sitio no es seguro, le digo y la cojo de la mano.

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