viernes, 5 de junio de 2015

Génesis

Levántate, levántate Ariel, hiciste una promesa, levántate, siento como me susurran al oído.

Todo está perdido, se han llevado a Nirvana, puedo sentir su miedo, su terror, me consume por dentro, contesto abatido en el suelo del Ausbildung.

¿No sientes su esperanza? ella aún cree en ti, me vuelven a susurrar al oído.

Puedo sentir su confianza, puedo sentir que me espera, digo frustrado.

Entonces levántate Ariel león de Dios, por tu cuerpo corre la sangre de Jesús, el verbo de Dios, cruza el páramo de génesis, levántate, me grita al oído.

Le prometí mi vida y hasta la última gota de mi sangre le pertenece, digo y me levanto viendo la oscuridad que se cierne sobre el monte Horeb.

Camino sobre cadáveres, niños mutilados, los riachuelos de sangre tiñen de rojo mis pies, mi cuerpo se eriza a cada paso que doy. Llego a la escalera de Jacob, puedo ver el final del monte Horeb y el tribunal divino.

Introducción a génesis

!Pedro! !Abre las puertas! grito delante de esas inmensas rejas plateadas.

Así que de verdad tienes planeado cruzar las tres estaciones del páramo de génesis, llegar a la montaña de babel, hacerte con la armadura de Dios y enfrentarte solo a una legión de demonios y al mismísimo Adán... suena... suena muy... sólido tu plan, me dice Pedro mientras le da un bocado a una manzana.

Abre las puertas, le repito colérico.

Como desees, me dice.

La entrada a génesis es una pradera hermosa.

Gracias, le digo a Pedro.

Antes de que te vayas ¿Me dejarías explicarte a lo que te vas a enfrentar Ariel? la vehemencia, la venganza que envuelve tu corazón... tanta potencia sin control te puede llevar al fracaso, me dice y me coge el hombro.

Siento ternura en sus ojos.

Sí, le contesto.

Génesis va desde lo más hermoso hasta lo más terrorífico, juega con tu mente, con tus emociones, la primera etapa son los jardines del edén, un laberinto creado por Dios para almacenar todas las almas de los humanos que lo amaron en vida, recuerda que por muy bello que sea el edén, tú eres un intruso, no es tu mundo, las súcubos son las que dominan el laberinto, recuerda algo importante, en el jardín del edén nada es lo que parece, me dice.

Entiendo, le digo con atención.

La segunda parte de Génesis es conocido como el boceto de la tierra, antes de que Dios crease la tierra tuvo que deshacerse de gigantes de piedra, gigantes de lava, sólo vas a ver caos y descontrol, los guardianes no saben que es el frío y el calor, en la tierra tu cuerpo es inmune a las temperaturas, pero aquí no, vas a experimentar como el aire helado va cortar tu interior en cada respiración, como tu cuerpo poco a poco va a dejar de funcionar por la congelación, vas a sentir como minutos después tu sangre va a empezar a hervir, tu piel se va empezar a derretir, mientras gigantes hambrientos e iracundos van a intentar asesinarte, sólo tu habilidad va a poder hacerte pasar a la tercera y última parte del génesis, me dice.

¿Cuál es la tercera parte? le pregunto.

El principio de la nada, tú vas a ser tu propio enemigo, no dejes que tus emociones te traicionen Ariel, vas a ver lo que tu mente quiere que veas, puedes perderte eternamente, vivir en la más dulce locura, al ser la última etapa del génesis es la más dura, el tiempo se distorsiona, sólo estás tú y tus recuerdos, tus tormentos, tus remordimientos, ten mucha suerte Ariel, tanto tú como el mundo la necesitan, me dice y regresa al tribunal celestial.

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